La selección masculina de hockey se carga a Bélgica, la campeona olímpica (3-2)

Este sábado al mediodía, el presidente de la federación española, Santiago Deó, esperaba fuera del estadio Yves-dur-Manoir, en la localidad periférica de Colombes, para irse a comer mientras disfrutaba del sol y los objetivos cumplidos. Las dos selecciones se habían clasificado para los cuartos de final (pasaban cuatro de seis) y la cúpula se dio por satisfecha con ambos equipos. Al día siguiente, además, al combinado masculino le esperaba Bélgica, la vigente campeona olímpica y el rival que les desbancó hace tres años en Tokio en cuartos. Este domingo al mediodía, sin embargo, el éxito de los Redsticks sobre césped artificial azul resultó absoluto: 3-2 y a semifinales, una cota que no alcanzaba desde Pekín 2008, cuando fueron plata.
El resultado no desmintió el transcurso del juego. Los españoles se desplegaron con firmeza, se adelantaron en el minuto 40 con una diana de José María Basterra, su ánimo no decayó cuando sufrieron al instante el empate de Arthur de Sloover, y terminaron de despegar con dos tantos consecutivos en el último cuarto de Marc Reyne y Marc Miralles que firmaron la sentencia. El acierto final de Alexander Hendrickx ya no alteró el rumbo del gran triunfo español por más que Bélgica tuviera un penalti-córner con el reloj a cero. El meta Luis Calzado echó el pestillo. Contra pronóstico, se ha abierto otra vía a una medalla imprevista.
La escalada hasta las semifinales contrasta con el pésimo inicio del torneo. El primer día oficial de competición, a primera hora del sábado 27, España recibió un soberano 4-0 en contra de Gran Bretaña. Un tortazo que levantó todas las sospechas. Se corrigió al día con Alemania (2-0), pero no aprovechó ante Francia (3-2). Sí cumplió frente a Sudáfrica (3-0), un combinado de menor ranking, y dejó una imagen alentadora con Países Bajos (3-5), la gran dominadora del hockey hierba, contra la que se puso 2-0 a favor.
Durante toda la fase de preparación, el objetivo del combinado dirigido por el argentino Max Caldas siempre fue pasar a cuartos, pero también evitar ser cuarta de grupo, la última, porque eso supondría un enfrentamiento en la eliminatoria muy envenenado. No lo cumplió, pero lo arregló con un triunfo que solo cabía en la mente de los más optimistas.
En su historia, la selección masculina de hockey ha logrado cuatro medallas olímpicas: el bronce en Roma 60 y tres platas (Moscú 80, Atlanta 96 y Pekín 2008).
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir la newsletter diaria de los Juegos Olímpicos de París.
Enlace de origen : La selección masculina de hockey se carga a Bélgica, la campeona olímpica (3-2)